EL ARTE DE SER EMPATICO



Somos seres sociales y así ha sido siempre, quien no cumpla con esa regla va a desarrollar disonancias cognitivas en el proceso de aprendizaje de la naturaleza de nuestro comportamiento.
Cuando uno va entendiendo como se desarrolla la empatía desde dentro y como te va llevando a distintos niveles de conciencia de lo que nos rodea en tan corto tiempo. Te das cuenta que en un principio te vuelves intolerante a errores tan obvios que cometen los demás.
La clave está en no juzgar y entender que tenemos que respetar sus procesos, tenemos que ser tolerantes con quienes nos rodean sobre todo con nosotros mismos
Tenemos que entender que si estamos cerca no es necesario decir mucho, basta con dar pautas concretas y entender que el proceso de cambio en cada persona es distinto, de antemano tenemos que saber que si no somos los líderes, esos que cuidan a su grupo difícilmente seremos escuchados por los miembros integrantes.
Porque el lenguaje de cambio no se da a nivel verbal, si no a un nivel más profundo aun, la sanación de una persona se da mediante el lenguaje corporal, el no verbal. Será el cuerpo hablando con otros cuerpos a nivel inconsciente quien enseñe una lección a otros. Por ejemplo a nuestros hijos. Es por eso que el corrupto no puede enseñar honestidad a sus hijos porque ellos no oyen su voz si no las expresiones de su cuerpo quien por cierto no sabe mentir.
Cuando entendamos que siempre tuvimos a nuestros gestos y micro gestos dando la verdadera versión de lo que narrábamos con la boca entenderemos que estuvimos haciendo el papel de tontos por mucho tiempo tratando de mentir.
Mentir no tiene sentido porque nadie te creerá a largo plazo.
Recuerdan esa famosa frase que oíamos de niños “las mujeres tienen un sexto sentido”.  Ese sexto sentido al que hacían referencia es justamente la primera respuesta rudimentaria que da el cerebro reptil ante determinado estimulo, advirtiéndote de los resultados, es rudimentaria rosando lo místico porque el cerebro necesita más tiempo para convertir esos impulsos electromagnéticos en ideas concretas por el neocortex.
Tenemos que entender que el cerebro requiere de un tiempo para procesar información, ya sea de un evento o una conversación, dicho proceso puede tardar segundos hasta días en convertirse de una sensación a una idea que se pueda plasmar en palabras o cálculos matemáticos.

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